jueves, 5 de noviembre de 2009

Coctel de sabores encontrados...

"Dominican: Dale una mano!"
Aun tengo esa caricatura (publicada en el Diario Libre a razon de la visita de la distinguidisima Hillary Clinton a nuestra isla) y cada vez que la veo, saboreo un coctel de sentimientos muuuuuuy extraño.
Por un lado, y haciendo uso de mis tantas horas de ciencias sociales en la primaria, no concibo la brecha tan pronunciada de desarrollo entre nosotros y Haití. Me indigno en nombre de nuestros ya sepultados heroes, al pensar siquiera en ayudar al pueblo que derramo tanta sangre dominicana, nos subyugó y nos obligo a desacelerar el paso en nuestro proceso de democracia 22 largos años. Es que "mejor me e´trallo" si he de darle la mano a aquellos quienes, conquistando su independencia mas de veinte años antes, alcanzando, gracias al amparo de sus colonizadores, cierto nivel en vez de utilizarlo para ayudar, se sintieron amos del mundo y nos aplastaron vilmente y sin compasion...
Por otro lado, mi instinto de supervivencia me dice que si en 150 años ellos destruyeron y desmantelaron el tercio de la isla que les tocaba, con esa "jambre atrasá" de deforestacion no se necesitarán ni 20 años para que acaben con el resto del territorio. Y es que nada mas hay que ver que donde esa gente llega, la hierba no crece mas, y todo adquiere el mismo matiz de aridez que pensaron dejar atras cuando inmigraron. Nosotros, los "dueños de la casa" no somos muy alla cuidando el tesoro natural que aun tenemos...que seran esos forasteros que ni les duele ni les importa nuestra querida Quisqueya Verde!!!.
Culturalmente, y hay que ver que ese aspecto importa mas que muchas otras cosas, NO ES POSIBLE!!! Nuestros pesados vecinos difieren con nosotros en valores, en creencias, en habitos diarios, en composicion familiar, en orden de prioridades, hasta en idioma por Dios Santo!!! y estoy segura que asi mismo de espeluznante como me parece a mi la transculturacion bilateral, les parecera a muchos haitianos pensantes que ven este problema desde el mismo angulo que yo aunque diametralmente opuestos. Piensen que esa costumbre casi maniaca que tenemos los dominicanos de "echarnos un chin diágua" cada 20 minutos porque nos ataca "la calor" no es nisiquiera considerada por un hermano haitiano....andar planchaditos y almidonaditos aunque el lienzo sea del año 1 a.c. es nuestro orgullo...segun lo que he vivido, para ellos no es gran cosa la vestimenta y tengo que decir que en R.D. hay sitios de ropa MUY COSTOSAS pero tambien DEMASIADO BARATAS...el que anda roto aqui es porque quiere!!
Economicamente, y aunque estoy muy lejos de ser una perito en la materia, nuestros monocromaticos amigos son una verdadera carga para nuestro pobre sistema economico, ya que al menos la mitad de los mas de 700 mil haitanos que Quisqueya cobija bajo su sombra, se ganan la vida en actividades informales que no reportan beneficios economicos en terminos de recaudacion a nuestro pais y aunque trabajando dignamente, seamos sinceros, afean nuestras ciudades de una manera tal que es para nosotros casi imposible percibir nuestra "mejoria" en terminos de calidad de vida o como lo quieran llamar, cuando al haber recorrido 4 cuadras ya te has topado con 2 "pitiyá", 1 frutero, 1 coquero, 1 mujer con un niño en brazos pidiendo y como 23 muchachitos "reguindaos" de la puerta de tu vehiculo, babosiandote el cristal por 1 peso!!!! Piensen, antes de juzgar mis duras expresiones, en cada uno de ustedes desempeñando uno de estos papeles en NY por decir un sitio.....degradante verdad??? Ademas de tener bien sabido, que a los dos dias de todas esas barbaridades urbanas de seguro que llenan un avion con todos nosotros y nos depositan en la tierra que nos vio nacer... por diez mil motivos!! Sin embargo, tristemente me enteré de que en RD no existe una ley, ni un decreto, ni un sueño de batatas en papel timbrado que regule la presencia de indigentes en las calles de las ciudades obstruyendo el transito, alterando el orden publico y contaminando visualmente nuestro entorno.
...(suspiros)...
Yo seré algun dia inmigrante, y procurare que no se escriba de mi y en lo posible, de mi raza, todo este manojo de rechazos que hoy, sin poder evitarlo y sin sentirme culpable expreso. Aunque, debo decirles, que siento la necesidad de aclarar que no soy de las que anda maldiciendo haitianos en las calles, que me enternece ver los viajes que cada domingo, a una esquina de mi casa, una "camiona" hace rumbo a la frontera, cargando sacos y fundas de provisiones... y que le pido a Dios que los lleve con bien hasta su destino...sin abusos y sin macuteos...porque lo mio no es con las personas, es con las realidades que nos ha tocado vivir y no hemos sabido manejar.

NN