martes, 23 de junio de 2015

Melancolia existencial

Oh! Melancolía.
Ese cóctel perfecto entre añoranza, tristeza y resignación. Ese eterno blues sonando en lo mas recóndito de nuestra cabeza. Ese estado de animo límbico y de movimientos tan acompasados como las olas del mar.

Oh! Melancolía.
Que se sienta en mi mesa y me invita una ronda en honor a los sueños caídos. Que no despierta a Rabia ni a Impotencia, que es medalaganariamente hippie y desenfadada, Que me convence, aunque sea por unos instantes, que la lucha no vale la pena, que todo ha salido según lo planeado por el Cosmos, que solo soy un títere de los dioses, que me rinda, que baje las defensas, que me deje llevar...

Oh! Melancolía.
Que me hace amar desmedidamente la proyección de las cosas, no las cosas mismas. Que ronronea sobre mi regazo mientras juega con esperanzas que perdieron su verde un par de otoños atrás. Que me seduce vendiéndome la fantasía de un amor entregado y sin condiciones ni limites.

Oh! Melancolía.
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