lunes, 15 de agosto de 2011

Un HULK interno

Que si, que a veces me entran ganas de rasgar mis vestiduras y darle paso a la ira y al desenfreno. Son las menos de las veces, y en realidad cuando vuelvo a mi estado de lucidez, hasta me avergüenzo de mis instintos mas bajos...porque eso me han enseñado... a avergonzarme del primitivo que todos llevamos dentro.
No me gusta sentirme torpe... eso desborona mis defensas... siento que quedo vulnerable. debo estar lo mas cerca a la perfección que se pueda, que es alto muy alto....desde aquí la vista es mejor y las pasiones vulgares nunca te alcanzan... por que son rastreras y bajas y conviven en la suciedad de las alcantarillas, alejadas e las brillantes luces de los tabloides en pleno acto.
Me incomoda al punto de querer abofetear a quien tira la piedra y esconde cobardemente la mano polvorienta. Los cobardes son la peor raza de nuestro planeta. Ratas asquerosas y rastreras que venden a la madre por su pellejo.
Pertenezco a una raza extraña, lo reconozco...pero Dios sabe!! Dios sabe!!
No voy a permitirte que tomes mi nombre en tu boca o lo pongas en boca de otros... te piso la cola para que te mueras! Mejor no agitar mi calmada parsimonia, ni elevar mis niveles de furia y deseos de contender. No despiertes mi HULK interno, porque apenas te mostré atisbos de el y lo que viste nunca dejo de aterrarte. No por fiera que fuera mi bestia, sino por la flojera de tus esfinteres.
Bien lo dijo una vez alguien muy sabio cuyo nombre desconozco pero me atrevo a afirmar que pertenece a nuestro capitalismo voraz...los errores se pagan con dinero en efectivo.
No veras un HULK, desgarrando sus ropas, aumentando sus músculos y destrozando todo cuanto se cruza en su paso... conocerás un HULK encorbatado, de cuello blanco y maletín, de léxico refinado y modales intachables.
Que Dios te cuide de las aguas mansas...y de las bravas también.